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La Luz que hay en ti |
Jueves, 5 de Septiembre 2024 EL CUERPO ES UNA ILUSIÓN CON MAFER |
Cuando el cuerpo deje de atraerte y ya no le concedas ningún valor como medio de obtener algo, dejará entonces de haber interferencia en la comunicación y tus pensamientos serán tan libres como los de Dios. ²A medida que le permitas al Espíritu Santo enseñarte a utilizar el cuerpo sólo como un medio de comunicación y dejes de valerte de él para fomentar la separación y el ataque—que es la función que el ego le ha asignado—aprenderás que no tienes necesidad del cuerpo en absoluto. ³En el instante santo no hay cuerpos, y lo único que se experimenta es la atracción de Dios. ⁴Al aceptarla como algo completamente indiviso te unes a Él por completo en un instante, pues no quieres imponer ningún límite en tu unión con Él. ⁵La realidad de esta relación se convierte en la única verdad que podrías jamás desear. ⁶Toda verdad reside en ella.
Tal como el ego quiere que la percepción que tienes de tus hermanos se limite a sus cuerpos, de igual modo el Espíritu Santo quiere liberar tu visión para que puedas ver los Grandes Rayos que refulgen desde ellos, los cuales son tan ilimitados que llegan hasta Dios. (UCDM, T-15.IX.1:1)
En el instante santo, en el que los Grandes Rayos reemplazan al cuerpo en tu conciencia, se te concede poder reconocer lo que son las relaciones ilimitadas. ²Mas para ver esto, es necesario renunciar a todos los usos que el ego hace del cuerpo y aceptar el hecho de que el ego no tiene ningún propósito que tú quieras compartir con él. ³Pues el ego quiere reducir a todo el mundo a un cuerpo para sus propios fines, y mientras tú creas que el ego tiene algún fin, elegirás utilizar los medios por los que él trata de que su fin se haga realidad. ⁴Mas esto nunca tendrá lugar. ⁵Sin embargo, debes haberte dado cuenta de que el ego, cuyos objetivos son absolutamente inalcanzables, luchará por conseguirlos con todas sus fuerzas, y lo hará con la fortaleza que tú le has prestado.