Ay, raza terrenal, conducida por el destino y motivada por la fuerza,
miserables aventureros en un mundo infinito,
Prisioneros de una humanidad enana.
¿Hasta cuándo vas a pisotear las sendas que circulan la mente
Con tu pequeño ser repleto de cosas mezquinas?
Porque no fuiste creado para una impasible pequeñez,
No fuiste creado para ejecutar vanas repeticiones
Fuiste edificado por la substancia inmortal
Tus acciones pueden tornarse en repentinos pasos reveladores
Tu vida sigue el molde de los dioses en crecimiento.
Un profeta, un fuerte Creador mora en ti,
Una grandeza inmaculada se incuba en tus días.
El poder de la omnipotencia se encierra en la naturaleza de las células
Este ser terrenal y transitorio, de tener la voluntad, puede
Re dirigir sus acciones hacia un esquema trascendental.
Aquel que mira ahora el mundo con ojos de ignorancia
Como si se levantara una noche inconsciente
Mirando imágenes y no a la verdad
Puede llenar esas órbitas con una visión inmortal.
Mientras tanto la mente de los dioses va creciendo en los corazones,
Despertarás al aire espiritual
Y sentirás como se deshacen las paredes que encierran la mente mortal
Y escucharás el mensaje que hizo que el corazón humano se quede sin palabras
Y podrás ver la naturaleza con párpados repletos de luz
Que deshacen tu caparazón ante las puertas eternas.
Autor de un elevado cambio en la tierra, a ti se te invita a
Cruzar los peligrosos espacios del alma
Para encontrarte con la Poderosa y despierta Madre
Encontrar lo omnipotente en este alojamiento de carne
De manera que la vida de miles cuerpos se convierta en uno.
La tierra por la que caminas es el borde proyectado del cielo,
La vida que llevas encubre la luz que eres.
Hay un poder en ti que sabe de lo que está más allá de lo que conoces,
Somos mucho más que nuestros meros pensamientos
Y a veces, la tierra devela esa visión aquí.
Vivir y amar son una señal de cosas infinitas,
El amor es la gloria de la eterna esfera.
Humillado, desfigurado, burlado por las fuerzas más bajas
Que le roban su nombre, su forma y su éxtasis.
Él sigue siendo aún la Mente Dios por la que todo puede cambiar.
Un misterio se despierta en nuestra inconsciencia.
"Savitri"
Sri Aurobindo
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