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Meditaciones

Dedicar ahora un día a sentirte agradecido te aportará el beneficio adicional de poder tener un atisbo de lo grande que ha sido tu progreso y de los regalos que has recibido. Alégrate hoy, con amoroso agradecimiento, de que tu Padre no te haya abandonado a tu suerte, ni de que te haya dejado solo vagando en las tinieblas. Agradece que te haya salvado del ser que creíste haber hecho para que ocupara Su lugar y el de Su creación. Dale gracias hoy.

Lección 123

Dedicar ahora un día a sentirte agradecido te aportará el beneficio adicional de poder tener un atisbo de lo grande que ha sido tu progreso y de los regalos que has recibido. Alégrate hoy, con amoroso agradecimiento, de que tu Padre no te haya abandonado a tu suerte, ni de que te haya dejado solo vagando en las tinieblas. Agradece que te haya salvado del ser que creíste haber hecho para que ocupara Su lugar y el de Su creación. Dale gracias hoy.

Lección 123

Hoy las luces del Cielo se inclinan ante ti, para derramar su luz sobre tus párpados mientras descansas más allá del mundo de las tinieblas. He aquí una luz que los ojos no pueden contemplar. Y sin embargo, la mente puede verla claramente, y entender. Hoy se te concede un día de gracia, y nos sentimos agradecidos por ello. Hoy nos damos cuenta de que lo que temías perder era sólo la pérdida.

Ahora comprendemos que es imposible perder. Pues por fin hemos visto su opuesto, y damos gracias de que la elección ya se haya llevado a cabo.

Lección 129

Te exhorto a recordar que te he escogido a ti para que le enseñes el Reino lo que es el Reino. Esta lección no admite excepciones porque la falta de excepciones es la lección en sí. Cada Hijo que regresa al Reino con esta lección en su corazón ha sanado a la Filiación y ha dado gracias a Dios. Todo aquel que aprende esta lección se convierte en el maestro perfecto porque la ha aprendido del Espíritu Santo.

Cap. 7 S.XII

Aquel que te ha liberado del pasado quiere enseñarte que estás libre de él. Lo único que Él desea es que aceptes Sus logros como tuyos porque los logró para ti. Y por tal razón, son tuyos. Él te ha liberado de lo que fabricaste. Puedes negarle, pero no puedes invocarle en vano. Él siempre da Sus regalos en substitución de los tuyos. Él quiere que Su resplandeciente enseñanza se arraigue con tal firmeza en tu mente que ninguna lección tenebrosa de culpabilidad pueda morar en lo que Él ha santificado con Su Presencia. Dale gracias a Dios de que Él esté ahí y de que obre a través de ti. Pues todas Sus obras son tuyas. Él te ofrece un milagro por cada uno que le dejes obrar a través de ti.

Cap. 14 S.XI

Hoy damos gracias de que Cristo haya venido a buscar en el mundo lo que es Suyo. Su visión no ve extraños, sino que contempla a los Suyos y se une a ellos jubilosamente. Ellos lo ven como un extraño, pues no se reconocen a sí mismos. No obstante, a medida que le den la bienvenida, lo recordarán. Y Él los conducirá dulcemente de regreso a su hogar, donde les corresponde estar.

Cristo no se olvida de nadie. No deja de darte ni uno solo de tus hermanos para que los recuerdes a todos, de manera que tu hogar pueda ser pleno y perfecto, tal como fue instituido. Él no se ha olvidado de ti. Mas tú no lo podrás recordar a Él hasta que contemples todo tal como Él lo hace. Él que niega a su hermano lo está negando a Él, y, por lo tanto, se está negando a aceptar el don de la visión mediante el cual puede reconocer a su Ser claramente, recordar su hogar y alcanzar la salvación.

Lección 160

Mi mano se extiende en gozosa bienvenida a todo hermano que quiera unirse a mí para ir más allá de la tentación, y mirar con firme determinación hacia la luz que brilla con perfecta constancia más allá de ella. Dame los míos, pues te pertenecen a Ti. ¿Y podrías Tú dejar de hacer lo que es Tu Voluntad? Te doy las gracias por lo que mis hermanos son. Y según cada uno de ellos elija unirse a mí, el himno de gratitud que se extiende desde la tierra hasta el Cielo se convertirá, de unas cuantas notas sueltas, en un coro todo-abarcador, que brota de un mundo redimido del infierno y que te da las gracias a Ti.

Cap.31 S.VIII

Hay una luz que este mundo no puede dar. Mas tú puedes darla, tal como se te dio a ti. Y conforme la des, su resplandor te incitará a abandonar el mundo y a seguirla. Pues esta luz te atraerá como nada en este mundo puede hacerlo. Y tú desecharás este mundo y encontrarás otro. Ese otro mundo resplandece con el amor que tú le has dado. En él todo te recordará a tu Padre y a Su santo Hijo. La luz es ilimitada y se extiende por todo ese mundo con serena dicha. Todos aquellos que trajiste contigo resplandecerán sobre ti, y tú resplandecerás sobre ellos con gratitud porque te trajeron hasta aquí. Tu luz se unirá a la suya dando lugar a un poder tan irresistible que liberará de las tinieblas a los demás según tu mirada se pose sobre ellos.

Cap.13 S.VI

Acepta las gracias que Él te da, y comprenderás con cuánto amor te conserva en Su Mente, cuán profundo e infinito es el cuidado que te prodiga y cuán perfecta es Su gratitud hacia ti. Acuérdate de pensar en Él cada hora y de darle las gracias por todo lo que Él le ha dado a Su Hijo para que éste pueda elevarse por encima del mundo, y recordar a su Padre y a su Ser.

Lección 123

En el milagro reside el don de la gracia, pues se da y se recibe como uno. Y así, nos da un ejemplo de lo que es la ley de la verdad, que el mundo no acata porque no la entiende. El milagro invierte la percepción que antes estaba al revés, y de esa manera pone fin a las extrañas distorsiones que ésta manifestaba. Ahora la percepción se ha vuelto receptiva a la verdad. Ahora puede verse que el perdón está justificado.

Cada azucena de perdón le ofrece al mundo el silencioso milagro del amor.

¿Qué es un milagro?

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